
Soy un cachorrito, tengo siete meses de edad y cuando sea mayor seré perro guía.
Nací en las instalaciones de la Fundación ONCE del Perro-Guía y cuando cumplí los 45 días de edad fui a vivir con una familia maravillosa, que es mi “familia educadora”. Ellos me enseñan a comportarme correctamente en casa y fuera de ella para que cuando crezca sepa cómo debo actuar en cualquier ocasión y lugar.
Ya he aprendido que debo dormir en mi colchoneta, no en el sofá ni sobre las camas; que sólo debo comer mi ración de pienso; que hay un momento y un lugar apropiados para hacer mis necesidades (siempre en el exterior)…
Todos los días me ponen mi chaleco amarillo, en el que aparece la frase FUTURO PERRO GUÍA y el logotipo de la Fundación ONCE del Perro-Guía. Con él, y con el carné que les identifica como mi familia educadora, la ley de la Comunidad de Madrid me permite acceder con ellos a todos los espacios públicos o de uso público en las mismas condiciones en las que lo haría si ya fuese perro guía. Por eso, puedo viajar en todos los transportes públicos, permanecer con ellos en su puesto de trabajo, acompañarles al cine, a los museos y a cualquier otro lugar al que acudan. Y, por supuesto, a los hoteles, cafeterías y restaurantes.
Ya sé comportarme correctamente en todos estos lugares: me tumbo a sus pies y no me muevo. Me gustan mucho los deliciosos aromas de la comida, pero ya sé que no es apropiada para mí, así que permanezco tranquilo bajo la mesa, sin pedir nada.
Estoy aprendiendo mucho. Cuando cumpla un año de edad volveré a la Fundación ONCE del Perro-Guía y allí me enseñarán a guiar a una persona ciega. Pero habrá cosas, todas las relacionadas con mi educación, que ya sabré, gracias a la posibilidad de conocer, siendo un cachorro, todos los lugares a los que podré entrar cuando sea un perro guía.
Si quieres saber más cosas sobre la escuela en la que aprenderé a ser un buen perro guía, puedes consultar www.once.es/perrosguia. Encontrarás mucha información interesante y también la posibilidad de adoptar un cachorro como yo, para disfrutar de él y educarle durante unos meses.
Si quieres conocer mi Escuela, puedes entrar en: www.once.es/perrosguia
La Fundación ONCE del Perro-Guía, agradece tu cooperación. ¡Colabora sin reservas!
LA FOPG
La Fundación ONCE del Perro-Guía (FOPG) con domicilio en Camino de Alcorcón, s/n, está situada en Boadilla del Monte (teléfono 91 632 46 30), a unos 20 Km de Madrid. Con una superficie total de unos 100.000 m2 tiene como finalidad proporcionar perros-guía, como auxiliar de movilidad, a las personas ciegas o deficientes visuales. Un Patronato de 15 miembros, formado por representantes de la ONCE y su Fundación, usuarios de perro-guía y personalidades del mundo del perro en general, vela por su correcto funcionamiento.
La FOPG entrena alrededor de 100 perros anuales que serán adjudicados a discapacitados visuales.
Los cuatro edificios de que consta el centro: Residencia, Oficinas, Aislamiento y Perreras, están dotados de los últimos avances para conseguir una máxima eficiencia en la calidad y sanidad de los perros-guía. Un equipo humano y profesional, sumamente vocacional y con una amplia experiencia, es la base para lograr todos los objetivos que podrás encontrar si sigues navegando a través de nuestra web.
La FOPG nace el 24 de septiembre de 1990, siendo la ONCE y su Fundación, desde entonces, además de fundador, único patrocinador de la escuela.
Casi 60 trabajadores fijos forman la plantilla de la FOPG.
LOS PERROS DE LA ESCUELA
En el momento actual hay 1000 personas con ceguera o grave discapacidad visual utilizando perro-guía como auxiliar de movilidad. La mayoría de ellos graduados en nuestra escuela y algunos otros procedentes de la escuela norteamericana “Leader Dogs For The Blind” en Rochester (EE.UU.), merced al acuerdo concertado entre ésta, la FOPG y la Federación de clubes de Leones de España..
La FOPG gradúa anualmente alrededor de 100 nuesvos perros-guía, a los que se añaden aproximadamente 24 procedentes de la escuela americana.
Sobre nuestros perros:
En la FOPG trabajamos principalmente con tres razas: labrador, golden retriever y pastor alemán. Los animales de estas razas, y cruces entre ellas mismas, son muy adecuadas para la función que de ellos se va a solicitar buscando, en todo momento, un correcto equilibrio temperamental. Son animales vivaces e inteligentes, con muchas ganas de aprender y gusto por el trabajo. El tamaño varía según raza, sexo y edad pero para que te hagas una idea puede oscilar entre los 28 y los 45 kilos.
CARACTERÍSTICAS DE RAZA
- Labrador:
Los podrás ver de varias capas: desde el dorado claro, casi blanco hasta el negro pasando por la capa chocolate. De pelo siempre denso y fuerte Es la raza más utilizada como perro-guía debido a su sociabilidad, adaptabilidad a todos los entornos y situaciones siendo fácilmente controlable por el usuario que tendrá que poner un especial cuidado con su glotonería.
-Golden retriever:
Siempre de color dorado, de pelo largo y sedoso, son animales sensibles, con gran iniciativa e inteligencia. Su gran determinación puede tocar incluso con cierta cabezonería que requerirá un manejo adecuado.
- Pastor alemán:
Poco se puede decir de esta raza por ser suficientemente conocida. Son perros inteligentes, dinámicos, rápidos en sus decisiones y bastante resolutivos. Siendo un perro temperamental pide a la persona que lo maneja un buen conocimiento y una especial empatía con el animal.
Legislación:
El derecho de acceso de las personas ciegas o con deficiencia visual usuarias de perro-guía al entorno y, en particular, a los lugares y espacios de uso público, con independencia de su titularidad, está garantizado por leyes dictadas por las distintas Comunidades Autónomas. En aquellos casos en los que la normativa autonómica no prevea nada sobre esta materia, se aplicará la regulación estatal contenida en el Real Decreto 3250/1983, de 7 de diciembre.
Hay que empezar por la base y el fundamento de nuestra escuela son los machos y hembras de cría. En el departamento de crianza se seleccionan los ejemplares más aptos como futuros reproductores y la búsqueda de estos no es siempre fácil. Para empezar el candidato a reproductor es sometido a exigentes pruebas de carácter y, por supuesto, ante el más mínimo signo de agresividad, será rechazado. A continuación un exhaustivo examen veterinario nos garantizará que el perro está libre de enfermedades que puedan ser transmisibles a sus descendientes y… por supuesto, si después de todo, el animal es bonito… ¡Mucho mejor!
¿Qué otros requisitos ha de cumplir un futuro reproductor de la escuela?
Características generales:
- Razas: labrador, golden retriever o pastor alemán. Con pedigree acreditativo de pureza.
- Edad de dos a cuatro años.
Pruebas veterinarias:
- Cartilla oficial de vacunación antirrábica actualizada.
- Estudio radiológico de cadera, codos y hombros. Tiene que estar libre de displasia y signos artrósicos.
- Ecocardiografía: Normal.
- Examen oftalmológico: Normal.
- Análisis de sangre: Valores normales para la raza, sexo y edad. Sin alergias conocidas.
Si después de leer esto consideras que tu perro cumple condiciones para ser uno de nuestros reproductores escribe a:
fopg@once.es
Los técnicos de la FOPG estudiarán la documentación recibida y podrán corroborar mediante pruebas clínicas los documentos recibidos.
FAMILIAS CUIDADORAS
Llamamos "Familias Cuidadoras" a las familias voluntarias que acogen a un reproductor. La escuela proporciona la comida del perro, los cuidados veterinarios y una magnífica residencia canina para las vacaciones.
¿Quieres ser cuidador de uno de nuestros reproductores? Si quieres tener un perro y vives en Madrid, ésta puede ser una buena opción para ti y tu familia. Podrás adoptar a uno de nuestros machos o hembras reproductores, pero tendrás que comprometerte a traerlo a nuestras instalaciones (en Boadilla del Monte) cuando seas requerido para ello. Si estás interesado en esta opción envía tus datos a fopg@once.es y nos pondremos en contacto contigo para ofrecerte toda la información relativa al contrato que deberás firmar y evaluar tu solicitud.
LOS CACHORROS
El primer paso para que un cachorro consiga graduarse como perro-guía, es encontrar una familia educadora, que le adopte y sociabilice durante su primer año de vida. Es muy gratificante comprobar que un cachorro educado por ti ha concluido su formación y guía con seguridad a una persona con ceguera por las calles de cualquier ciudad española.
Para poder participar en esta labor como familia educadora, tienes que cumplir una serie de requisitos:
- Vivir en la Comunidad Autónoma de Madrid.
- Disponer de vehículo y tiempo libre para traer al cachorro a la escuela cuando sea requerido para ello, bien por temas veterinarios o educativos. Ten en cuenta que nuestro horario es de lunes a viernes, siempre por las mañanas.
- No dejar al perro sólo más de dos horas diarias.
Si crees que cumples estas condiciones, rellena el siguiente formulario y en unos días nuestro departamento de Cachorros se pondrá en contacto contigo.
Puedes escribir un correo a:
cachorros@once.es
Tras una entrevista telefónica, uno de nuestros supervisores, te realizará una primera visita en tu domicilio, en la que valorará aspectos tales como: miembros de la familia, disponibilidad, localización y entorno, entre otros muchos factores. En caso de ser aprobada tu solicitud, serás citado para una nueva entrevista, ya en la Escuela, en la que se te entregará un cachorro de aproximadamente 2 meses de edad y todo el material técnico necesario para su educación. A partir de este momento, y mientras el cachorro permanezca con tu familia, te proporcionaremos su comida, la atención veterinaria que precise, residencia para él cuando la precises y el apoyo técnico necesario para asegurar que tu colaboración sea realmente eficaz.
Tendrás que firmar un contrato en el que te comprometes a educar al cachorro según las instrucciones recibidas y a devolverlo a la escuela cuando sea requerido para iniciar su periodo de entrenamiento. Si lo deseas, posteriormente, podremos informarte de la evolución del cachorro, vendrás a visitarle y serás invitado a conocer a la persona a la que guiará durante los próximos años.

OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LAS FAMILIAS EDUCADORAS
Cuando una familia adopta a un cachorro sabe de antemano que, en unos diez meses, tendrá que devolverlo a la Fundación. Durante este periodo su labor consistirá en sociabilizar al perro, es decir, enseñarle a ser un perro limpio, obediente, educado y afectuoso. Para ello tendrá que seguir unas normas básicas de conducta con el perro. Nuestro Departamento de Cachorros le dará las pautas para que todo este proceso se lleve a cabo satisfactoriamente.
El perro acompañará, de manera habitual, a la familia en sus salidas más frecuentes, pues tiene que acostumbrarse a entrar en las tiendas del barrio, grandes almacenes, cines, ... y todo tipo de transporte público. La Ley de la Comunidad Autónoma de Madrid, reconoce y ampara el derecho de los futuros perros-guía por lo cual no les puede ser vetado el acceso a ninguno de estos lugares. A fin de que sean facilmente identificables, los cachorros, van provistos de un peto de color amarillo con el logotipo de la Fundación ONCE del Perro-Guía. La solidaridad ciudadana es básica en esta función, pero por si ello no fuera bastante, es necesario informar que quien impida el paso a uno de estos cachorros puede ser sancionado con una importante cuantía económica. No se podrá alegar en ningún caso, motivos de sanidad. Todos nuestros perros están correctamente vacunados y desparasitados y una analítica semestral garantiza que están libres de enfermedades que puedan ser transmisibles a los seres humanos.
En la Comunidad de Madrid, los cachorros en fase de educación dentro de su proceso para llegar a ser perros guía tienen reconocido por la Ley el derecho a acceder, permanecer y deambular por todos los lugares públicos o de uso público, acompañados de sus educadores, en las mismas condiciones que si ya fuesen perros guía. Por otra parte, la nueva Ley aprobada en Cataluña que regula el acceso al entorno de las personas con discapacidad acompañadas de perros de asistencia y que entra en vigor, también reconoce este derecho.
ENTRENAMIENTO
El trabajo de un perro-guía es una de las labores más complicadas que se le puede pedir a un animal. Pensemos que, de manera natural, los perros tienen una serie de instintos como el de caza, guarda y protección. Un buen perro-guía tiene que tener estos instintos minimizados para realizar bien su labor y esto se consigue trabajando todas las etapas de su vida, incluso antes de su nacimiento, a través de la selección de sus progenitores.
La instrucción es el proceso que va desde que el perro entra en la escuela, de vuelta de su familia educadora hasta que, finalmente, es adjudicado a una persona con ceguera que lo haya solicitado previamente. Este periodo dura entre seis y diez meses. Se inicia reforzando la obediencia básica (sienta, échate…) que el perro ya ha aprendido durante su etapa de cachorro. A continuación se le “introduce al arnés” y, a partir de ese momento el animal tiene que asumir que, cuando esté con el arnés puesto, una persona irá a su lado y cuando pase por un lugar estrecho, una puerta o cerca de una farola, tendrá que dejar el espacio suficiente para ambos. Es un trabajo en el que no solo es necesaria paciencia y cariño, mucho más importantes son los conocimientos de técnicas de enseñanza y manejo. La formación de un instructor de movilidad con perro-guía es compleja, unos dos años de duración en los que tiene que aprender todo lo relacionado con el perro y con la ceguera, técnicas de guía, orientación y movilidad y muchas otras disciplinas que harán de él un magnífico profesional.
Una vez que el perro ha sido introducido al arnés y se encuentra totalmente adaptado a éste y a la persona responsable, se inicia todo el proceso. El perro tendrá que aprender a cruzar las calles en línea recta, evitar obstáculos, marcar puertas, escaleras o bordillos, añadiendo dificultad a su trabajo según progresa en los logros conseguidos. Siempre reforzando la labor bien hecha con premios que pueden consistir desde una caricia en el cuello, una palabra de halago e incluso una bolita de pienso. El castigo también se utiliza a veces pero no se usa la violencia física. Un simple tirón de correa acompañado de un enérgico ¡NO! es suficiente para que el perro sepa que hay alguna cosa que ha hecho mal. Luego se repite el ejercicio premiándole cuando el objetivo se haya conseguido.
Una vez completado el aprendizaje, cuando el instructor determina que su perro está listo y basándose en las características de éste, buscará al solicitante más adecuado. A partir de los criterios de prioridad entre los solicitantes establecidos en la normativa interna, se analizan y tienen en cuenta, factores como la velocidad de paso, el peso, la altura y la iniciativa, entre otros muchas otras características, tanto del perro como de la persona y su entorno, para lograr una compenetración perfecta en la unidad “perro-usuario”.
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