miércoles, 3 de marzo de 2010

Un amigo no se compra




FÁBRICAS DE CACHORROS

Una "fábrica de cachorros" es un lugar donde se producen “en masa” cachorros, como cualquier otro producto del mercado, para consumidores irresponsables que atienden a modas, que quieren comprar barato y que creen que un ser vivo puede ser tratado igual que un electrodoméstico.

Los puppy mills, las fábricas de perros, proliferan en nuestros días y también en España. Estos lugares incurren en numerosas irregularidades de todo tipo y están mucho más extendidos de lo que se cree; sin embargo, aún somos pocos los que sabemos de su existencia y menos los que están concienciados y decididos a acabar con ellas y con la crueldad de sus prácticas.


DIFERENCIAS ENTRE UN BUEN CRIADOR Y UNA FÁBRICA DE CACHORROS


Los criadores responsables de perros se preocupan realmente de conseguir un animal sano, tanto física como mentalmente. Los buenos criadores tienen en cuenta los problemas de salud específicos de cada raza, herencia genética, condición física, edad y temperamento del perro antes de producir camadas. Estos buenos y reputados criadores cuidarán con especial dedicación a las madres y los cachorros, evaluando constantemente su salud y asegurandose también de que sus perros se socialicen correctamente. Los perros que, por el contrario, han sido criados en esos criaderos industriales llamados puppy mills, viven hacinados en jaulas diminutas junto a otros muchos perros de diferentes razas y edades, en condiciones sanitarias que dejan mucho que desear, y expuestos a las inclemencias del tiempo. No son convenientemente alimentados, y reciben poca o ninguna atención veterinaria. Estos perros no saben lo qué es un juguete ni la compañía de personas y muchos de ellos puede que jamás logren ser parte de una familia. Las perras son obligadas a criar siempre que están en celo, a veces incluso con sus propios hermanos, hijos o nietos, lo que desencadena multitud de enfermedades hereditarias en la camada, aparte de problemas de comportamiento. Pero la enorme crueldad de estos criadores no acaba ahí: tan pronto como una hembra deja de ser fértil, deja también de ser útil para su lucrativa y despiadada actividad. ¿Qué hacen con los animales que ya no les son útiles por no ser fértiles o estar demasiado enfermos? Simplemente los matan o los venden a otros criadores con menos escrúpulos aún. En cuanto a los cachorros, estos irresponsables y codiciosos criadores tampoco respetan el tiempo mínimo que las camadas deben pasar con su madre. Los cachorros suelen ser vendidos antes de las 7 u 8 semanas de vida; muchos de ellos morirán poco después de ser entregados a sus nuevos e ignorantes dueños o padecerán enfermedades graves causadas por la cría indiscrimada o por no haber sido adecuadamente vacunados ni desparasitados. Los cachorros más afortunados probablemente tendrán problemas de conducta.


¿PUEDE SER MI CACHORRO UNO DE ESOS DE PUPPY MILLS?


Desgraciadamente es muy posible que así sea. Las fábricas de cachorros, a pequeña y gran escala, son una plaga también en España, y no siempre es fácil determinar si un cachorro ha sido o no criado en una de ellas. Si compraste a tu perro en una tienda de mascotas, lo más probable es que venga de una puppy mill. Tiendas como Mister Guau traen a sus perros de países del Este, donde son criados en masa y sin control y transportados hasta aquí en pésimas condiciones. No es extraño, pues, que muchos de esos perros mueran durante el viaje, poco después de llegar o ya en manos de sus nuevos dueños. No en vano, Mister Guau es la cadena de tiendas de mascotas con más denuncias por parte de desengañados compradores, que sufrieron, impotentes y perplejos, a la enfermedad e incluso finalmente a la muerte de esos cachorros que parecían tan hermosos dentro de sus vitrinas. Hermosos, pero enfermos. Un dato revelador: cada vez son más los paises que, como el Reino Unido, se deciden a prohibir la exposición y venta de perros y gatos en tiendas de mascotas. ¿Cuándo será esto una realidad en España?



Estos criadores sin escrúpulos:


· Tienen a los animales en instalaciones deplorables e insalubres, muchos en jaulas mínimas y al aire libre expuestas a las inclemencias del tiempo.

· Los animales están confinados y amontonados en pequeños espacios, comen duermen y defecan en el mismo lugar y no se les permite socialización alguna.

Una vida entera en una jaula es una tortura social y psicológica para cualquier ser vivo.

· La comida y el agua suelen ser nulas o escasa y de baja calidad. No cuentan con supervisión veterinaria. Están sometidos a una “vida de perro” en el peor sentido de la expresión.

· Crían indiscriminadamente perpetuando desordenes congénitos y hereditarios, dañando muchas generaciones futuras. Fuerzan a las hembras y machos a cruzarse, muchas veces incluso entre padres e hijas, madres e hijos, entre hermanos, etc., con el consabido resultado de la degradación de los genes.

· Las hembras que “fabrican” los cachorros son forzadas a permanecer preñadas toda su vida útil, al grado de quedar descalcificadas aun siendo muy jóvenes. Una vez que quedan “inservibles para el negocio” son desechadas para ser rápidamente reemplazadas por otra; para ello las matan o las revenden a otro criador con menos escrúpulos todavía.

· Los cachorros son vendidos sin respetar las 8 semanas que la camada debe pasar con su madre y sus hermanos para una buena socialización, muchas veces sin haber sido destetados.

· Los cachorros que no se logran vender son exterminados de la forma más cruel.

· Los cachorros procedentes de este tipo de macrocriaderos muestran graves desordenes físicos y psicológicos: tienen numerosos problemas crónicos de salud, problemas de comportamiento y enfermedades hereditarias.


¿DÓNDE ENCONTRAR EL PERRO SANO QUE TODOS BUSCAMOS?

Si a pesar de todo aún estás decidido a comprar o adoptar un perro, hazlo bien. Tómate el tiempo necesario para decidir no sólo la raza y el sexo de tu mascota ideal, sino también para informarte y escoger un criador de confianza.

Una muy buena opción y seguramente la más económica es adquirir un cahorro de una camada del perro de algún amigo o conocido, quizá incluso de alguien recomendado por tu veterinario de cabecera. Pueden ser perros de pura raza o no, con o sin pedigree, pero seguramente sanos y bien socializados, al ser criados en familia.

Otra opción, la que yo elegí, es buscar un criador profesional con afijo. Suelen ser criadores especializados en una o unas pocas razas y con unos cuantos años de experiencia y muchas veces son veterinarios. Cumplen con todos los requisitos que marca la ley para la cría y selección de perros y ofrecen todo tipo de garantías sanitarias. Se preocupan realmente por el bienestar de los perros a los que crían, no tan sólo por rentabilizarlos, y por eso no es extraño que se muestren selectivos con los posibles compradores. Por supuesto, el precio de uno de estos perros puede ser bastante elevado, oscilando entre los 600 y más de 1000€ según la raza y calidad del animal (adecuación al estándar, padres y/o abuelos campeones, etc). Pero verdaderamente es un dinero bien invertido.

Hasta ahora, en mi caso, cada visita al veterinario ha sido una bendición: ¿qué puede ser mejor que la felicitación de tu veterinario por tener un perro hermoso y sobretodo sano? ¿Y qué puede ser más triste que enterarse por este mismo veterinario de que la mayoría de perros y gatos le llegan enfermos ya en su primera visita? “Parvovirosis, coronavirus, displasia de cadera, leishmaniosis, infecciones por parásitos, tos de las perreras, moquillo… Eran perros de tiendas de animales”, añadió.

Por eso, aún me sorprende y me indigna la cantidad de gente que va a comprar un animal a la tienda de la esquina, sin informarse ni importarles la procedencia de esos perros, esos gatos, esos hurones… “¡Es que son tan bonitos! Es que me miraba con unos ojitos…” Son las frases más comunes de los compradores ignorantes e impulsivos, por no hablar de aquellos que compran un perro para regalarlo en Navidad. Pagan 600, 800 o más de 1000 euros (el mismo precio de un perro de calidad) por un animal por el que la tienda pagó 50 euros a algún granjero de Rumania o Ucrania. No estoy segura de qué disgustaría más a estos compradores si se enteraran del oscuro negocio en el que participan sin saberlo: los precios abusivos o las altas probabilidades que tiene su perrito de padecer algún transtorno del comportamiento o de sufrir alguna enfermedad grave o incluso la muerte.


En las fábricas de cachorros prima la rentabilidad, como en cualquier otro negocio, pero al no estar controladas desarrollan su actividad sobre la base de gastos mínimos para que las ganancias sean máximas.

Debemos detener estas prácticas crueles y el maltrato en masa de los pobres animales:

“NO COMPRES, ADOPTA… PERO SI DECIDES COMPRAR, HAZLO DIRECTAMENTE A UN CRIADOR LEGAL Y RESPONSABLE”.

“NO COMPRES ANIMALES DE COMPAÑÍA A PARTICULARES, EN TIENDAS O EN INTERNET:

NO TRATES A LAS MASCOTAS COMO OBJETOS O MERCANCÍA, SON SERES VIVOS.

NO CONTRIBUYAS AL MALTRATO ANIMAL.

NO PROMUEVAS LA CRUEL INDUSTRIA DE PRODUCCIÓN EN MASA DE CACHORROS”.


“UN ANIMAL DE COMPAÑÍA ES UN AMIGO CON EL QUE SE CONVIVE Y… UN AMIGO NO SE COMPRA”.




http://yoperro.com/2009/03/18/puppy-mills-las-fabricas-de-cachorros/

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